sábado, 7 de febrero de 2009

UN VIAJE POR AFRICA//VIAJES
















Viajar no es sólo caminar hacia un destino, es desprenderse de los vínculos que te unen a lo cercano, independizarte de los lazos personales inminentes para volar en lo desconocido. Mientras menos lleves, mejor te sentirás, libre y vacía, de mente y espíritu, para navegra por los mares de lo ya creado que sabe recibirte.










No me quiero conformar nunca con lo que creo, no quisiera indentificarme con mis ideas, con mi forma de ver las cosas, tanto tiempo como para no permitir que las no - ideas también entren y me desvalijen.










He vuelto de africa, pero no soy la misma que fue: estresada, impaciente, separada. Vuelvo auténticamente perdida y desmembrada entre gente, más gente que abarcar, más ojos que me observen cuando esté triste, más palabras, más tonos de voz, más hambre... más luz.










He vuelto, por tanto, más lúcida, más unida, no a la unidad, sino a la masa informe de gentes, a la individualidad de cada ser,; no a la perfección y al todo, sino a lo imperfecto, a lo que tiene huecos por rellenar, a lo que no es material pero quiere serlo, a lo que parece espiritual pero quizá no lo necesiten tanto como el pan, unas zapatillas de deporte o unas gafas de sol.










Siento que el mundo es mi lugar, que estoy magníficamente viva, mientras TÚ me ofreces tu imagen, tal y como me contaron y siempre imaginé. Sigues pura y primigenia y no tienes miedo.










¡GRACIAS ÁFRICA!

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